Los sistemas que le permiten a los diabéticos controlar mejor las fluctuaciones en sus niveles de azúcar en sangre tardarán en estar al alcance de todos los pacientes, debido a que son muy costosos y los seguros de salud no los cubren, afirmaron médicos y analistas.
Los monitores continuos de glucosa (CGM por su sigla en inglés) son un avance importante en el cuidado de los diabéticos porque permiten contar con registros de los niveles de azúcar más frecuentes que las pruebas de tiras, dijeron los médicos.
Además, estos dispositivos le permiten a los pacientes controlar mejor su enfermedad a través de ajustes en la dieta e inyecciones de insulina, agregaron.
No obstante, los sistemas son costosos debido al valor de sus sensores descartables subcutáneos, que deben reemplazarse cada una determinada cantidad de días.
Los sensores miden los niveles de glucosa y transmiten los datos de manera inalámbrica a un receptor del tamaño de un localizador.
"El problema, en este momento, es el costo. Los seguros de salud no los cubren," dijo el doctor Lawrence Hotes, endocrinólogo y jefe médico del New England Sinai Hospital.
Hotes señaló que prescribió el monitor continuo de glucosa a menos de media docena de pacientes hasta ahora porque son muy costosos para la mayoría de las personas, ya que los sensores cuestan 50 dólares cada uno y deben reemplazarse cada tres días.
Reuters
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