domingo, abril 02, 2006

Mejor prevenir que amputar

Algunos enfermos diabéticos sufren la mutilación quirúrgica de miembros inferiores cuando se produce un daño irreversible en los nervios y vasos que irrigan sus piernas.

Según estadísticas, quienes padecen esta enfermedad tienen 15 veces más probabilidades de sufrir amputaciones que una persona sana.

Sin embargo, una investigación de un grupo de científicos de la ciudad Wolverhampton señala que a muchos pacientes se les practica la amputación sin antes haber dedicado suficiente esfuerzo al cuidado médico y a la recuperación del miembro afectado.

"Esta investigación muestra claramente que el cuidado que se suministra a los enfermos diabéticos de alto riesgo es inadecuado", declaró Baldev Singh, médico especialista que llevó a cabo el estudio.

"El 15 por ciento de los pacientes diabéticos tiene úlceras o heridas en los miembros inferiores, lo que los hace de alto riesgo, y de ellos, el 80% tiene probabilidad de ser amputado entre 10 y 15 años después del diagnóstico de la enfermedad. El porcentaje es altísimo, por eso llama la atención a nivel mundial", dijo a BBC Mundo Yamile Javiz Pacheco, jefe de pie diabético en la Asociación Colombiana de Diabetes.

El estudio, que fue presentado en la conferencia anual de Diabetes UK, en Birmingham, Inglaterra, señala también que 70% de los diabéticos amputados muere dentro de los cinco años posteriores a la operación mutiladora.

De acuerdo a los resultados de la encuesta en la que se basa el trabajo, más de una cuarta parte de los pacientes considerados de alto riesgo, que se anticipaba podrían sufrir amputaciones en el futuro, no recibió ninguna clase de tratamiento especializado para tratar de revertir el pronóstico.

Dos de cada cinco de ellos tampoco fueron educados para prevenir y tratar las infecciones. Éstas, al igual que las ulceraciones recurrentes, los problemas circulatorios y la deformidad de las extremidades, aumentan el riesgo de amputación.

Según las conclusiones presentadas , la tasa de amputaciones podría reducir casi a la mitad si se suministra cuidado efectivo y se hace un control periódico a los pacientes en situación de riesgo.

"Todo paciente diagnosticado debe tener una evaluación de pies, para ver si tiene pérdida de sensibilidad, buena circulación, cómo está la piel, la sudoración, etcétera", explicó la doctora Javiz Pacheco.

"Luego de este análisis se les da una valoración de su caso. Aquellos con riesgo cero, igual deben examinarse una vez por año. Y los de riesgo más alto, con úlceras o amputaciones previas, tienen que pasar una revisión cada uno o dos meses", consideró la especialista, quien forma parte de un reciente proyecto de prevención en la materia llamado Eje Vascular Andino, o EVA.

El EVA reúne a representantes de Bolivia, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú, para definir un protocolo para el cuidado del pie diabético, con el auspicio de la Organización Panamericana de Salud.

Este trabajo conjunto busca lograr que los exámenes preventivos, que reducirían el número de amputados en el largo plazo, sean contemplados en los sistemas de salud pública de la región.

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