Reducir la ingesta de calorías provoca un descenso de la insulina en ayunas y de la temperatura corporal, dos indicadores de longevidad , según un estudio publicado en The Journal of the American Medical Association y que evidencia en humanos la conclusión a la que se había llegado con ratones: la restricción calórica podría aumentar la esperanza de vida.
El equipo de Leonie Heilbronn, de la Universidad de Luisiana, en Estados Unidos, estudió a 48 en cuatro grupos: control (mantenimiento de peso), restricción calórica con y sin ejercicio y dieta muy baja en calorías. El grupo control perdió un 1 por ciento de peso frente al 10,4 por ciento del de la restricción calórica; el de la restricción calórica y ejercicio perdió el 10 por ciento, y el de dieta muy baja en calorías el 13,9 por ciento. En todos se redujo la insulina y la temperatura.
La insulina basal baja si se come menos
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