CRUCIAL: PARA TODOS LOS QUE TENEMOS DIABETES.
La hemoglobina A1c (HbA1c) es el producto de una reacción irreversible que ocurre a lo largo de la vida de los glóbulos rojos y que implica la paulatina glucosilación de la hemoglobina existente en ellos. La hemoglobina se va glicando de manera continua a lo largo de los 120 días de vida de los hematíes. Esta reacción es relativamente lenta, ya que no va mediada por ninguna reacción enzimática, sino que el proceso de acumulación de la HbA1c es directamente proporcional al tiempo medio de exposición a la glucosa de ese hematíe, por lo que periodos cortos de glucemia muy alta no tienen un impacto significativo sobre el nivel de HbA1c. Para que lo entendamos con facilidad, es como si la hemoglobina se fuera vistiendo con un traje de glucosa, traje más espeso cuanto más tiempo está elevada la glucosa en la sangre.
Desde los años 70 se conoce que la HbA1c refleja los niveles medios de glucosa en los 2-3 meses previos a su determinación y que las oscilaciones amplias de la misma no tienen tanto efecto sobre la glicación, excepto cuando las fluctuaciones son tan amplias que los pacientes tienen la glucemia elevada durante más tiempo incrementando así la media.
Las personas con diabetes tipo 1 deben realizarse esta prueba cada 3 meses invariablemente, e incluso cada menos tiempo en situaciones especiales (embarazo, enfermedades, etc.). Las personas con diabetes tipo 2 muy estables podrían demorar un poco más este análisis, pero recordemos que solo nos da información de los 3 meses anteriores, por lo que alargar más este periodo significa renunciar a obtener información útil para ajustar nuestro tratamiento.
Con las modernas técnicas que permiten realizarla en un dedo y obtener el resultado en pocos minutos, tal y como lo hacemos en SODICAR, el análisis trimestral debería ser la norma.
Javier González Pérez
Asesor Médico de SODICAR
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