Presentado en España el primer sistema integrado que
monitoriza la glucemia y administra insulina
Todos los que padecen diabetes tipo 1 necesitan conocer su glucemia regularmente a diario y, según sus valores, inyectarse insulina en dosis variables 3-6 veces al día o accionar su bomba de insulina para que lo haga. Hasta que la terapia sustitutiva de las células beta no sea una realidad para todos, el remedio más eficaz sería el páncreas artificial, es decir, una máquina que detectara continuamente las glucemias y que fuera capaz de inyectar la insulina necesaria en cada momento, todo ello de manera automática e indolora. Este aparato no existe todavía pero algo que se le aproxima se está probando ya en España y ha sido presentado hace unos días.
El dispositivo está fabricado por la casa Medtronic y consiste en un pequeño electrodo que el paciente se inserta de forma subcutánea en el abdomen, y que debe cambiarse cada 2-3 días. Este electrodo mide la glucosa en el líquido intersticial (el que rodea a las células) 12 veces por hora y envía los resultados mediante una señal electrónica por un transmisor hacia la bomba de insulina externa. El aparato es capaz de alertar mediante un sonido o vibración sobre las cifras potencialmente peligrosas y recomienda la dosis necesaria de insulina basada en los datos preestablecidos por los afectados.
El dispositivo supone un avance significativo en el tratamiento de la diabetes puesto que permitirá detectar hipoglucemias e hiperglucemias que antes pasaban desapercibidas, lo que se traducirá en mejores ajustes de la insulina y en menor probabilidad de accidentes. No obstante, tiene algunos inconvenientes que no la hacen perfecta. Por ejemplo, en momentos en que la glucemia se está modificando rápidamente, puede haber un retraso de 12-15 minutos entre la glucemia intersticial y la glucemia plasmática, lo que impediría el tratamiento precoz de las hipoglucemias. Otro problema es que las glucemias intersticiales son más bajas que sus correlativas venosas, por lo que un porcentaje importante de las hipoglucemias que detecta son falsas. Además, el paciente debe seguir midiendo algunas glucemias por punción en los dedos, tanto para calibrar su aparato como para confirmar los valores más extremos. Otro problema más es su precio, aunque Medtronic pretende comercializarlo a un precio inferior a la suma de sus dos componentes, monitor de glucemia (6.000 €) y bomba de insulina (4.000 €).
A pesar de ello, saludamos con interés la llegada de este dispositivo que supone una aportación importante en el arsenal terapéutico de la diabetes tipo 1, sobre todo en determinados pacientes.
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